viernes, 26 de febrero de 2010

La terapia de la risa


Hoy nos juntamos con amigas en uno de esos "lugares tipicos" , como casi todos los meses, solo que esta vez algunas faltaron con aviso. Conversamos de temas profundos y delicados, de esas realidades tangibles que duelen y nos preocupan.
Saltando de un tema a otro y como siempre hablando todas a la vez , llegamos a desear convertirnos en una ama de casa feliz , sin perder por supuesto, la oportunidad de ser Gerentes en algún Banco de plaza.
Opinando si las facultades privadas serian mejor que las públicas ,nos sorprendíamos por cuanto le pagaron a Fede en su protagónico para una publicidad en Italia.
Comimos pizza a pesar de sentirnos gorditas, volvimos a hablar de lo que es pasar los cuarenta ... y sentirnos muchas veces de veintitres.
Recordamos anécdotas del pasado, cambiamos al mundo y al gobierno unas cuantas veces, y otros tantos temas que no puedo detallar.
Pero lo increible de estos encuentros, es que no importa si las palabras son tristes o divertidas, la sonrisa nunca se borra de nuestros labios. Y aún mas, para completar nuestra felicidad, cuando la chispa se enciende un poquito mas, le damos rienda suelta a las carcajadas espontáneas, sonoras y contagiosas, esas que salen desde el estómago y te dejan sin poder respirar.
Necesitabamos reirnos ...tanto...mucho.. no se cuanto...creo que hasta llorar. Entonces esa atmósfera crea un sentimiento donde se mezclan la realidad con el recuerdo, el humor con la angustia, la sinceridad y el cariño con el respeto y la empatía.
Cuando nos reimos de verdad, viajamos a un mundo paralelo sin preocupaciones, cargado de energia positiva y de antídotos contra la depresión o el decaimiento.
Agradezco una vez mas, la fortuna y el privilegio de poder concurrir mensualmente a estas terapias de la risa, que me alegran el alma, me aclaran la mente y me sanan el cuerpo, entre otras tantas cosas.

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Siento el canto de la sirenas que dicen...