Sin dudas que cada uno en este mundo, tiene un misión. Yo tengo muchas misiones terrenales y otras no tanto: por ejemplo, encontrar en la playa piedras con forma de corazón. Cuando éstas llegan al latido correcto, se potencian con la energia necesaria.
Mi mentora, en cambio, tiene en su mayoría misiones etéreas. Eso le pasa por ser un ángel polifacético, tan poli o facético que más que un ángel es una bruja. Bruja de las buenas, de esas que revuelven la olla cantando o meditando, de las que tiran conjuros de buenaventura, de las que vuelan a tu casa siempre que necesites un abrazo.
Mi mentora es muy afectuosa. Siempre hay un abrazo o una sonrisa disponibles.
Mi mentora conoció los placeres del pincel y del lápiz y sin dudarlo compartió conmigo las bases de estos juegos de espíritu, de estos placeres del alma.
Mi mentora colabora diariamente para mantener encendida la llama de la inquietud, la espiritualidad, los cuentos, las curaciones y los enigmas.
Además de todo esto, en ocasiones almorzamos juntas para hablar de la vida real.
Gracias amiga por estar siempre ahí revoloteando. Gracias por ser parte de tu misión.
Te quiero hasta el infinito y mas allá.
Sos una dulzura ... gracias amiga por tan hermosas palabras.
ResponderEliminarSi hay algo que contienen esas runas, como dice Renzo, "fueron hechas con amor", con el amor que insipirás y merecés, por ser oídos, besos, abrazos y mimos. Por estar siempre presente, divirtiéndonos con las historias compartidas, muriéndote de los nervios como en alguna película de terror o descostillándote de risas en otras ocasiones.
Todo eso hace que generes amor en el otro. Las runas y su cajita es una ínfima devolución de lo que vos entregás.
Y con el resto, sólo me llevo crédito en el incentivo, que me alegro hayas escuchado alguna vez y te hayas animado a transitar por los caminitos de tu alma.
Te quiero mucho!!!!!!!!