lunes, 23 de abril de 2012

En las sierras de Minas, me encontré con Buda.




Todos deberíamos tener el privilegio de poder dar un paso el costado, por lo  menos una vez al año y mirarnos a lo ojos  para preguntarnos si vamos por el camino correcto.
Las sincronizaciones de la vida,  hicieron que sin mayor dificultad encontrara lugar  para un retiro en el Templo Budista de Minas, con el beneficio adicional de que la única instructora para Sudamérica  nos brindara el entrenamiento Bodhisattva,  que en mis palabras significa enseñarnos a buscar el bienestar de todos los seres incluyendo el  nuestro, desde el amor y la  compasión.
La idea de "desaparecer " un par de días de la dinámica de mi vida, me venia rondando hace tiempo, necesitaba tener el desafío de realizar algo yo con mi soledad y cuando me decidí a vivirlo, recordé en forma automática las visitas al templo que tanto comentamos con Vero y Beatriz . Entré en su página web y para mi sorpresa había una actividad para el fin de semana largo del veintiuno de abril,  identificándome ademas  con el tema de la enseñanza, asi que sin pensarlo , les escribí.. Cuando me confirmaron que aún habían lugares disponibles para el retiro ,  envié el formulario de inscripción  para asegurarme no solo reservar mi lugar , sino que nada me hiciera cambiar de opinión.
Las casualidades-  aunque nada es casual- hizo que mi compañera de aventuras y su prima se sumaran a la travesía, si bien la regla de la "soledad" no se cumplía ,sentirme acompañada en una experiencia completamente nueva, me tranquilizaba sobre manera.
Los días previos traté  de leer toda la información que Internet me pudo brindar , la historia del templo, como llegó Pema Gompo a ese lugar, las creencias, etc.
Tanta información sumada a mi ansiedad , dieron como resultados "algunos miedos"- lógicamente , sino no seria yo - por ejemplo sobre el camino en la sierras,  el fanatismo de los guías o maestros y si realmente estaría dispuesta a decir ommm  por cuarenta y ocho horas..... todo esto desde mi  total ignorancia.
A pesar del cuestionado mix, coordiné el translado desde la terminal de Solís de Mataojo hasta el templo con Walter, que resultó ser el "Gato Suarez",  un personaje muy particular y agradable que sabia mucho de escritores,  arte, caminos, historias de familias reconocidas, pero sobre todo conocía de nombre a un tal José Calace, escritor y además  "aventurero" en la época de la dictadura. Por lo tanto ,el viaje de ida y de vuelta al templo, contó con varios de sus relatos- incluyendo parte del libro de mi pariente- regalándonos   un toque de aventura en tanta espiritualidad.
Después de recorrer los seis kilómetros de sierra,  nos recibió la imagen de un hermoso templo enmarcado en un paisaje absolutamente bello. Quisimos atrapar todas esas primeras imagines como si no tuvieramos tiempo de volver a disfrutarlas mas tarde. Nerviosas buscamos la puerta por donde teníamos que registrarnos, pero antes de adivinar,  nos recibió un alumno de Gabriela del taller de arte, también budista, que luego de un cariñoso saludo nos  acompañó directamente a instalarnos.  La gente del templo nos saludó con afecto y generosidad ,  mostrándonos rápidamente las instalaciones y  para nuestro asombro ya teníamos asignado el cuarto  y las camas donde nos tocaba dormir, cada una con su nombre. No hubo mucho tiempo para procesar la llegada, comenzaban en breve las enseñanzas y había que descalzarse, llevar lápiz , papel , la mantita y sobre el todo, el corazón y la mente dispuestos a recibir "algo" que aún no sabíamos de que se trataba.
El templo por dentro fue tan acogedor y místico como por fuera, te abraza con su paz y te regala un silencio casi absoluto. Digo "casi" porque cada tanto sonaba el canto de un pájaro que salía de una especie de "tambor giratorio" que supongo debía proteger la puerta del templo. Olvidé preguntar su significado, prometo averiguarlo.
Al entrar  y encontrar nuestra ubicación, vimos a  Mary Anne, una mujer "común" , con una dulzura exquisita. Esta mujer , con una gran devoción por su maestros y palabras muy sencillas, nos tocó cada fibra de nuestro ser, mostrándonos un camino que podemos llegar casi solo con respirar, pero sabiendo que sin el compromiso y la práctica diaria no podremos alcanzarlo.
Las enseñanzas , meditaciones y rezos , me los guardo en mi interior, si las desean experimentar, algo que recomiendo totalmente, es importante que las reciban de alguien que esté capacitado para trasmitirlas.
Simplemente, siento que estos días, estuve en un lugar donde personas con un gran corazón , compartieron con nosotros su sabiduría para ayudarnos a conectarnos con nuestra mente, y desde allí actuar de tal forma que nos beneficie a nosotros pero sobretodo al resto de las personas, sean cercanas o no.
Y rescato que ese compartir fue desde la humildad , sin querer imponer sus creencias, basándose en la vida misma, en lo cotidiano, allí no habían respiraciones mágicas que nos convirtieran de un día para otro en personas iluminadas ni confirmaciones sobre verdades absolutas.
Nos abrieron con amor la puerta de su casa,  ... solo viviendo lo que nosotros vivimos , podrán entender de lo que hablo.
Vuelvo al comienzo, todos nos merecemos una experiencia igual o similar , no importa cual,  pero con nosotros mismos, porque el beneficio  no es para uno solo,  sino para todos .

2 comentarios:

  1. Y yo celebro tu encuentro contigo. Porque no hay nada más maravilloso que encontrarse para encontrar a los demás, que no son más que nosotros mismos. Porque todos somos Uno, amiga. Bienvenida!
    Beso grande!

    ResponderEliminar
  2. Sé que celebras cada intento de "sanación", no solo el mío, sino el de todos. Y eso es porque tenés un gran corazón.
    gracias amiguita :)

    ResponderEliminar

Siento el canto de la sirenas que dicen...